No hace ni 24 horas que no hemos ido de allí, y ya las echamos de menos. Ha sido un lujo poder haber estado 4 días en Hotel El Pilar. Hotel familiar, con un personal y servicio de 10. Todas las personas, tanto de recepción, comedor, cafetería, limpieza... súper amables. Ni una mala cara en los 4 días. Siempre ayudando y ajustándose a lo que el grupo de 10 personas que éramos (no fácil) necesitábamos. 100% recomendable. Disponen de un menú diario muy completo y con mucha variedad. Todo muy limpio. Ubicación perfecta para poder visitar todos los rincones de la zona. Volveremos!

Visite el hotel durante 5 días y tuve una buena experiencia durante mi alojamiento. El trato en el hotel es inmejorable y siempre te tratan bien y te ayudan pero además, tienen buenos servicios como la comida y la sala de encuentro que hacen que le ponga tan buena nota. No le pongo ningún pero.

De lo malo lo peor. He ido a este hotel y el desagüe de la bañera daba asco. El Water no tenía escobilla y para colmo, cuando limpian la habitación toda mi ropa la meten echa una bola en la maleta , cuando no deberían tocar mis cosas. Pero lo peor de todo ha sido las cenas, dado que iba a media pensión. Canelo es congelados sin descongelar, hamburguesa quemada y todo incomible. Para que os hagáis una idea, la comida del comedor es un tres estrellas michelín al lado de esta comida. La comida de mi perro tiene mejor pinta que la comida de aquí. Lamentable. Nunca más volveré

Es la segunda vez que estamos y no será la última,el trato es increíble tanto María la dueña como las chicas del comedor son un encanto y super cariñosas. Un sitio súper familiar Está todo muy limpio y la cocina muy rica

Este hostal, puesto que ni siquiera debe de recibir el nombre de hotel de una estrella. Presenta una calidad deleznable, simplemente pido educación y modales. El tono de prepotencia de algunas de las personas del servicio deja mucho que desear, cabe de destacar que las camareras jóvenes son muy amables y nos han tratado muy bien. Entiendo que tal vez se enojen con unos jóvenes de unos 17 años pero lo mínimo que se solicita es un respeto, se trata de una cuestión de maneras. En mi vida se presenciará el regreso a este deleznable local, que insisto que ni debe de recibir el nombre de hotel. Es lo más similar que he visto a un refugio de montaña. Simplemente por la memoria de edad unas de las jóvenes que acudieron al viaje escolar recibieron una mala contestación al cuestionar sobre la disponibilidad de una serie de postales las cuales evidentemente estaban a la venta por su localización, puesto que acto seguido otros huéspedes adquirieron una, delante de nuestras caras, una actitud sumamente reportable. Entrando en el tema de la comida, estas nos producían náuseas, como ejemplo, en el caso que se puede observar en la imagen adjuntada las patatas están horrendas, estas parecían estar fritas desde el mes pasado. Cabe destacar que la pizza no llegaba a estar nada mala. Desde aquí nos gustaría solicitar un replanteamiento de la forma de tratar a las personas que te dan de comer, es decir, los clientes. Hablando de la ubicación no está nada mal puesto que se sitúa muy cerca de la estación de Cerler.