Muy recomendable. De esos hoteles que te hacen sentir como en casa. Se agradece el detalle de que te acompañen a la habitación, y la atención por parte de los dueños, son encantadores. La habitaciones son bonitas, limpias y con buenas vistas. Y el salón para desayunar está decorado con mucho gusto. Sin duda, repetiremos.

Esta ha sido nuestra segunda estancia en este hotel, la primera vez en una habitación y ahora en una de las casas. Ambas perfectas, pero en especial la casa nos ha parecido espectacular. El trato de la dueña y la limpieza de 10. También hemos podido disfrutar del jardín y está en una ubicación perfecta para conocer el valle. Volveríamos sin dudarlo.

La habitación enorme y acogedora. La cama tb muy grande y un colchón espectacular. Almohada de diez. Nada de ruido. El salón muy agradable. Los dueños un encanto y el precio muy razonable.

La propietaria te trata como si fueras de la familia. Excelente desayuno y muy cerca de rutas para andar. Hace casi treinta años que vamos y por algo será.

Un hotel con un encanto mágico. La atención de Marisa y su marido es inmejorable. La ubicación es muy buena tanto por la tranquilidad como por el aparcamiento (hay párking en el hotel, pero además en la calle hay muchos sitios). Te ayudan en todo lo que pueden y más. Las habitaciones están muy muy limpias, con todos los detalles y muy tranquilas. La opción del desayuno es muy completa y variada; incluso te preguntan si te apetece alguna cosa más. Además hay una zona común y un jardín donde parece que el tiempo se detiene... VOLVEREMOS con los ojos cerrados. Nos vemos pronto, GRACIAS por todo!