Teníamos reserva para 4 noches y sólo estuvimos la primera. Hacía muchísimo calor en la habitación y por mucho que abrieras la ventana (muy pequeña) no era suficiente (por mucho que la temperatura bajara por la noche). Además eran las fiestas del pueblo y con la ventana abierta el "concierto" que había no te dejaba dormir. Preguntamos por un ventilador portátil o alguna otra opción para poder descansar por la noche y no nos dieron ninguna solución salvo abrir la ventana que ya había estado abierta toda la noche, y la habitación no bajó de los 28°C. Hasta tuvimos la puerta de la habitación abierta un tiempo para generar algo de corriente, nada. Buscamos otro hotel para poder pasar los días que nos quedaban y por suerte lo encontramos, que en pleno agosto tampoco fue fácil. En eso sí que se portaron los del hotel y sólo nos cobraron la noche que pasamos ahí. Puede que en invierno o en otro momento el hotel esté genial pero al menos en verano no volveremos. Además la piscina exterior estaba bastante sucia. No estaba llena hasta arriba y por tanto el agua no se filtraba. Había insectos, hojas, pelos...no era muy agradable. Nunca nos habíamos ido así de un hotel, una pena.

muy bien situado en un pueblo precioso y en el que hay muy buenos restaurantes. el único problema que tuvimos fue que no había aire acondicionado en las habitaciones y pasamos mucho calor. el personal fue perfecto. fueron amables, cariñosos, profesionales y con buena actitud. creo que les iría bien poner por lo menos un ventilador de techo en las habitaciones....aunque entiendo que sea un hotel de montaña y no tenga porque estar preparado para la época veraniega. en general contentos con la estancia en el hotel y la comarca.

El hotel está muy bien, aunque hay cosas que se pueden mejorar. Aire acondicionado en las habitaciones y el agua de la piscina climatizada. La atención del servicio se podría mejorar. En el apartamento 315 teníamos el tostador averiado, y después de solicitar otro en recepción, pasó toda nuestra estancia en el hotel y nadie nos dio otro que funcionase. Por lo demás el hotel está bastante bien.

Nos dieron una habitación con vistas al valle y era espectacular. Las instalaciones del hotel estaban siempre impecables y la estética nos encantó, por no hablar de la piscina, que está rodeada de un paisaje precioso. El desayuno era muy completo y considero que al buffet no le faltaba nada: fruta, pan, jamon y queso, zumos, bollos, huevos revueltos…

Ya es la sexta vez que nos alojamos en este hotel. Siempre hemos cogido apartamento. Estamos ya como en casa, muy a gusto y contentos con los servicios. La limpieza es impecable, las vistas espectaculares hacia las montañas y el personal muy amable y servicial. Al llegar se me cayó un poco de agua en el suelo del baño y lo limpie con un trozo de papel. Quiero decir que después de eso el papel estaba mojado, pero seguía limpio. La cocina y todos los objetos estaban limpios y de muy buena calidad. Bueno, menos la sartén, que se le movía un poco el mango. Pero eso no lo veo importante. En la nevera siempre hemos encontrado dos botellas de cristal con agua, cortesía de la casa. Las habitaciones son muy bonitas, bien pensadas y con un estilo que nos gusta mucho. La ultima vez nos tocó estrenar sofá cama. Muy chulo y cómodo de abrir y cerrar. En un momento! Los colchones están muy cómodos, las sábanas y toallas muy buenas. También es una pasada la tranquilidad que siempre encontramos aquí. Al lado de la piscina hay un zona con hamacas relax, donde nos pusimos de noche a mirar las estrellas y de día a mirar las montañas y el cielo. Muy recomendable. Para nosotros es una maravilla y por eso volvemos y volvemos...??